Última entrevista en Radio Ibi correspondiente al 10 de ABRIL del año 2015

Pincha AQUÍ para escucharla íntegra

jueves, 28 de julio de 2011

Otra vez Somalia, otra vez el hambre


Estos días se encuentra uno con la gente. Las conversaciones comunes, los lugares comunes. "Las vacaciones, ya pronto" "Ya queda menos" "La crisis". Y cuando uno vuelve a contemplar y a leer las imágenes, los datos y las cifras de la nueva hambruna en Somalia, piensa, "las estupideces comunes" de esta vida nuestra, tan llena de todo, tan ahíta de consumo, que nos deja ver el bosque de la realidad.

La tragedia de Oslo, 92 muertos, con toda lógica acapara las portadas de los medios de todo el mundo. Promueve tertulias, sesudos análisis, propuestas de medidas y contramedidas. Nos hace reflexionar sobre lo vulnerables que son al final todos los sistemas. Es lógico, el ser humano reacciona ante su entorno más inmediato, ante la realidad que le golpea o con la que convive cada día.

Sin embargo, que cada día sigan muriendo millones de seres humanos de hambre, solamente golpea nuestras conciencias ese segundo. No moviliza recursos, hasta última hora. No se toman medidas, hasta que la situación no es extrema. Es esencialmente injusto, es, hasta pornográfico aceptar, porque sí, que tengan que morir niños de hambre en un mundo de opulencia. Publicaba el otro día un semanal que, cuando llega el verano, la costumbre de vaciar las neveras y descongelar los congeladores hace que se tiren millones de toneladas de alimentos. El equivalente a más de doscientos euros por familia. No merece la pena ni contrastar. No busquemos responsables fuera. Los responsables somos todos y cada uno de nosotros y nuestro modo de vida. Pensar que esto lo tienen que arreglar otros, es como echar la culpa de todo a los gobiernos.

Al final, 180.000 refugiados -de momento- se agrupan en los campos de Somalia. Hay que alimentar a diario a una población como Burgos o San Sebastián. Casi un mes ha tardado la ONU y el resto de organismos internacionales en mover el trasero y crear un puente aéreo para alimentar a una población asolada por la sequia y el hambre. Hablar de cualquier otra cosa me hace sentirme estúpido. Tampoco tranquiliza mi conciencia. Pero necesito pensar que no nos da todo igual. Que nuestra crisis, siendo grave y habiendo cambiado la vida de mucha gente, no resiste la más mínima comparación. El mundo, con casi siete mil millones de personas, es inmensamente grande. Todo no tiene solución. Seguramente en un mundo menos globalizado, estas personas se morirían y la ayuda no llegaría nin tarde, simplemente no llegaría. Pero nada de eso tranquiliza mi conciencia. Creo que cada cual ya sabe qué puede hacer para ayudar.

3 comentarios:

  1. "Salvar" La C.A.M. nos va a costar, de momento, 5.800 millones de Euros. Terminar con la hambruna en el cuerno de Africa ha sido cuantificado por la ONU en 1.800 millones de euros. Siento hacer la comparación, porque puede parecer que soy un demagogo, pero es que no puedo dejar de ver que el dinero público se está utilizando mal.

    Todavía nadie ha emprendido acciones legales contra los responsables del agujero patrimonial de la C.A.M. Pues, sinceramente, pienso que esas personas, que seguramente serán muy ricas y no tendrán problemas para comer el resto de sus días, son los responsables directos de que 10 millones de personas estén en peligro real e inmediato de morir por inanición. La ecuación es muy simple: el Estado español ha dedicado 5800 millones de euros a evitar el fallido de la CAM, cuando de no haberlo hecho podría haber destinado parte de ese dinero a salvar a millones de personas de morir de hambre. Ojalá que esas personas que son responsables del estado patrimonial de la CAM puedan dormir, yo no podría hacerlo pensando en lo que he dicho.

    ResponderEliminar
  2. es aixi la gran hipocresia del ''primer mon''

    ResponderEliminar
  3. Ahí le has dado. Sabemos que nuestro modo de vida nos hace corresponsables de esta tragedia. Solo queda ponernos manos a la obra y cambiar si quiera un poco nuestro modo de vivir
    Carmen

    ResponderEliminar

Los comentarios pueden hacerse de forma anónima, con alias, con nombre y apellidos o mediante las posibilidades de identificación que ofrece blogger. En cualquier caso, especialmente cuando sean anónimos, se pide respeto. Suprimiré cualquier comentario insultante, vejatorio, ofensivo o que contenga alusiones o atribución de hechos delictivos, si no lleva el adjetivo de presunto. La interactividad, la sana crítica y el intercambio de opiniones que permite la red, no debe estar exento del respeto que se exige en cualquier ámbito. Gracias por vuestra colaboración